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El próximo otoño se declarará erradicada la epidemia de «lengua azul» que afectó a la cabaña ovina del archipiélago balear a finales del año 2000. Carlos Escribano Mora, director general de Ganadería, hizo este anuncio ayer en el transcurso de una comparecencia en el Parlament balear, institución que acordó crear una comisión para evaluar la actuación de la administración. Carlos Escribano indicó que el Govern «respondió perfectamente» al encarar la enfermedad no contagiosa y transmitida por un mosquito. A su juicio, la decisión de proceder a la vacunación de 300.000 animales fue la correcta para frenar la evolución de la enfermedad. De hecho, de los 505 focos detectados sólo se produjo la mortalidad de un 3'6 por ciento, un número bajo «porque la actuación fue rápida».

«La vacuna, medida no aceptada por Francia, Italia y Grecia, demostró que el procedimiento es eficaz, aunque no es una vacuna evolucionada», aseguró. Para confirmar que el virus ya no circula por las Islas, el Ministerio de Agricultura creó un sistema de vigilancia en una franja de 100 kilómetros a partir de la costa. Miles de pruebas han determinado que en Menorca, isla más afectada por la «lengua azul», ya se ha erradicado el virus y ya hay una orden ministerial que permite la exportación de rumiantes vivos. En Mallorca está a punto de confirmarse esta teoría y de levantarse la prohibición también.

De los análisis realizados a 10.000 animales en marzo de marzo de 2001, sólo 14 dieron positivo. Este programa de vigilancia se mantendrá hasta otoño para afirmar de forma «más clara» que el mosquito ya no actúa. En el futuro, opinó el director general de Ganadería del Ministerio, sería conveniente realizar un mapa del mosquito culicoide, saber qué especies hay y su distribución. Tanto el PSOE como el PP plantearon si se podrían habilitar ayudas para los ganaderos, pero Escribano no se mostró partidario para no crear precedentes. A su juicio, es un mal momento porque con tanta enfermedad animal «las arcas están completamente vacías»