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LUIS PLANAS El portavoz de UM en el Ajuntament de Santa Margalida denunció ayer en el pleno que trataba la adjudicación de la recogida de residuos urbanos que «mi grupo tiene noticias contrastadas de que, hace más de un mes, una persona de esta mesa pidió, a través de un intermediario, una cantidad de dinero a una de las empresas que se había presentado al concurso». Después de unas primeras insinuaciones y una petición de un receso por parte de Monjo, el alcalde Antoni del Olmo le pidió expresamente que explicara al pleno sus acusaciones.

Posteriormente, el otro miembro de UM, Jaume Ribot, aseguró que la citada empresa había realizado finalmente un pago de 10 millones de pesetas a un intermediario, aunque esta empresa no era la que el equipo de gobierno (PP-CPU) proponía ayer para darle la adjudicación. Frente a estas acusaciones, Del Olmo pidió a UM que si tenía las pruebas suficientes acudiese a la Justicia y remarcó que «en cualquier caso no damos la adjudicación a la empresa que habría intentado supuestamente el soborno».

El pleno aprobó finalmente, con los votos en contra del PSOE y UM, y a favor del PP y CPU, la adjudicación de la recogida de residuos a Unión de Empresas Temporal (UTE), que según los informes técnicos era la que presentaba una mayor puntuación respecto al pliego de condiciones, con una dotación económica por parte del Ajuntament de 379.517'28 euros (63.146.362 pesetas), inferior a las solicitadas por las otras dos empresas.