El fiscal pide seis años de inhabilitación para cada uno de los acusados. Foto: JFM

TW
0

Jaume Tomàs Font, el que fuera alcalde de Banyalbufar durante 16 años, reconoció ayer ante un tribunal que concedió obras municipales a un compañero de partido y que a otro lo contrató para que condujera el camión de la basura. El político del PP se sentó ayer en el banco de los acusados junto a los ex concejales Miquel Tomàs Àlvarez, Miguel Bujosa Albertí y el secretario habilitado, Lorenzo Picornell Vives. A todos se les acusa de prevaricación. El fiscal José Díaz pide seis años de inhabilitación a cada uno de ellos. El letrado Ignaci Ribas, que ejerce la acusación en nombre del Ajuntament, pide 42 años de inhabilitación para el ex alcalde y ex secretario, 36 para el ex concejal Tomàs y seis para el ex edil Bujosa. Los abogados defensores, Juan Luis Matas y Eduardo Valdivia, piden la absolución.

La acusación sostiene que el anterior equipo de gobierno de Banyalbufar concedía obras de construcción, sin previo concurso público, a un concejal, que era el dueño de una empresa. El ex edil Miquel Tomàs fue el primero en declarar y reconoció que sabía que por su cargo municipal no se le podía otorgar estas obras, pero aclaró que estos trabajos «no me los concedieron a mí, sino a mi empresa». El acusado insistió en que siempre se «trataron de trabajos pequeños y urgentes, y no había nadie más que los pudiera hacer», aunque también reconoció que realizó otras obras que se concedieron a otras empresas. «Las hacía cuando ellos no podían por exceso de trabajo». La acusación le pide 15 millones de pesetas por el dinero que percibió por estas obras.

El otro concejal, Miguel Bujosa, también se defendió de las acusaciones y mantuvo que aceptó el trabajo de conductor del camión de basura «porque se buscó a otras personas y nadie quiso aceptar este trabajo». El antiguo edil condujo el camión durante más de cinco años, y percibió unos seis millones de pesetas. Jaume Tomàs, el ex alcalde de Banyalbufar, coincidió con sus dos compañeros de partido en sus explicaciones sobre las supuestas irregularidades. Reconoció que sabía que a los concejales no se les podía otorgar obras, pero aclaró que se concedía a la empresa de su compañero y que eran trabajos «urgentes cuando no había nadie más para hacerlos».

Sobre la contratación del camión de basuras, Tomàs explicó al tribunal que el Ayuntamiento buscó personal para este trabajo y el único que quiso hacerlo fue el concejal. El ex alcalde indicó que la basura era un «tema urgente» y que él mismo tuvo que conducir el camión, y también se encargó del mantenimiento del agua. «Abonaba yo las piezas que reparaba y después me pagaba el Ajuntament las facturas». Tomàs reconoció que había mentido al jefe de la oposición cuando le dijo que no había concedido obras a su compañero de partido. «Creía que eran obras mayores».