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T. GARCIES/C.VENY Las denuncias realizadas por la presencia de antenas de telefonía móvil junto a centros escolares comienza a obtener resultados. Frente a las quejas de vecinos y padres de alumnos, algunos ayuntamientos de la Isla, como el de Muro y Manacor, ya han tomado cartas en el asunto e iniciado los trámites para proceder a la retirada de este tipo de instalaciones. En Muro, el alcalde Miquel Ramis (CDM) ha decretado la retirada inmediata de la antena de telefonía móvil que se encuentra ubicada justo al lado del instituto y muy cerca del polideportivo.

Así consta en la orden de desalojo firmada por Ramis el pasado ocho de enero y a través de la que se dan 15 días para que la empresa Telefónica Móviles SA proceda a la retirada del aparato. La antena se instaló hace cuatro años en una parcela de propiedad municipal. El anterior equipo de gobierno (PP-UM) autorizó su instalación mediante un convenio por el que el Ajuntament le alquilaba a la empresa 100 metros cuadrados en condición de precario. Según este convenio, cuando así lo decidiera el Ajuntament podría ordenar desmontar de la antena sin que la empresa propietaria pudiera solicitar indemnización. Ramis ha decidido usar esta fórmula aprovechando que el convenio expiró el 31 de diciembre.

Ramis ha negado que esta decisión tenga nada que ver con la polémica creada ahora en torno a estas antenas, aunque reconoce que no le gusta que este tipo de aparatos estén ubicados junto a un colegio. El alcalde precisa que «no ha habido ninguna queja formal por parte del instituto» y considera que debería de crearse una normativa para regular este tipo de instalaciones.

Las movilizaciones de los padres, profesores y vecinos del colegio público Antoni Maura, en Manacor, contra la instalación de una antena de telefonía móvil en la terraza de un edificio ubicado justo delante del centro docente ya comienzan a tener sus frutos.

Tanto es así que ante el temor de los efectos perjudiciales de las radiaciones que emite la antena suscitado entre padres y maestros, el alcalde de Manacor, Miquel Riera (ALM-UM), ha ordenado la inmediata suspensión de la licencia de obras y de actividad de la polémica antena, instalación solicitada por la empresa Difusión Digital Servicios SA. Esta es una suspensión cautelar a la espera de que la empresa de telefonía móvil resuelva unas deficiencias en su proyecto. Esta suspensión fue confirmada ayer por el alcalde de Manacor, quien reconoce que «es un tema muy sensible del cual, por el momento, existe un vacío legal».