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Después de una semana de silencio absoluto, la dirección de Majórica movió ayer ficha para anunciar una regulación de empleo que casi con toda probabilidad será explicada hoy al detalle.

La nueva cúpula de la empresa, nombrada expresamente para reflotar la sociedad, remitió ayer una circular a los tres comités de empresa de la marca perlera para que cada uno designe a sus representantes que en las próximas semanas negociarán con los dirigentes la temida pero esperada regulación de empleo.

A partir de ahora, los comités de la fábrica donde se elaboran las perlas, del taller de joyería del polígono de Manacor y de las tiendas deberán iniciar el proceso de designación de sus interlocutores en la mesa negociadora.

Nada más conocerse la existencia de esta notificación, la rumorología, el nerviosismo y la incertidumbre volvieron a apoderarse de una plantilla que ya lleva un mes sumida en el pesimismo. Fuentes autorizadas de la empresa habían comentado ayer mismo que «mañana (por hoy) podría haber alguna novedad».

Desde que a principios de octubre se hizo pública la crisis de Majórica, sólo han trascendido las reuniones que el ex consejero delegado, José Arozamena, y otros directivos han mantenido con las autoridades autonómicas y locales, así como el nombramiento del nuevo consejero delegado, Jarid Bluestein, y del director general, Vivian de Mesquita. De hecho, no se ha dado ninguna información de la junta de accionistas del pasado martes en la ciudad, ni de la supuesta ampliación de capital de 5.000 millones de pesetas.

Para medianos de este mes está previsto que la empresa presente su plan de viabilidad.