José Marcial Rodríguez, jefe de producción de Majórica, mostró ayer a Maria Antónia Munar la fábrica. Foto: MARGALIDA FUSTER

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MARGALIDA FUSTER/M. B. El mutismo fue ayer total en la cúpula de Majórica, que no informó de los acuerdos tomados durante las últimas jornadas. Mientras, el pesimismo sigue creciendo entre la plantilla, especialmente después de que trascendiera la suspensión del consejo de administración que debía aprobar la ampliación de capital para reflotar la firma.

Hace tres semanas, Majórica anunció una ampliación de capital de 5.000 millones de pesetas. El pasado viernes, el principal accionista, José Arozamena, señaló tras entrevistarse con la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, que la ampliación sería fijada según las necesidades. Ayer, nada. Un portavoz autorizado de la empresa se limitó a decir que en las últimas horas «han pasado muchas cosas» y no confirmó ni desmintió cualquier información. «No podemos decir nada», fue un mensaje reiterado incluso por el propio Arozamena. Hoy podría reunirse la junta de accionistas, si bien esta convocatoria tampoco está confirmada.

Munar visitó ayer las instalaciones de la factoría de Manacor, ya vacía, y mantuvo una entrevista con el director de producción, José Marcial Rodríguez. El directivo comunicó el grave estado que padece el edificio, así como la maquinaria, que es muy antigua, y le comentó que es necesaria una actuación para adaptarla a las necesidades actuales, tanto en lo que respeta a la fabricación de las perlas como las condiciones de trabajo de la plantilla.

Maria Antònia Munar declaró ayer su voluntad de ayudar: «Estaríamos dispuestos a ayudar en convenios urbanísticos que no pudieran perjudicar a nadie, en el caso de que la propuesta de la empresa estuviera dirigida en este sentido. Está claro que estas instalaciones necesitan una renovación, pero todo dependerá del plan estratégico que pueda presentar la empresa».