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El pleno ordinario correspondiente al mes de octubre, celebrado ayer, aprobó la modificación de las ordenanzas fiscales municipales para el próximo año. En la mayoría de los casos, las tasas e impuestos sufrirán un aumento del 4%, en previsión del Incremento de los Precios al Consumo (IPC). La tasa de recogida de basuras e incineración sube el 28%. Esta circunstancia motivó la queja unánime de la oposición. De hecho, el concejal de Unió Mallorquina, Tomàs Cantallops, consideró excesiva esta subida toda vez que la subida aplicada por el Consell de Mallorca asciende el 11%, muy por debajo de la previsión municipal.

El alcalde popular, Lluc Tomàs, le contestó que este incremento responde a un «riguroso estudio» realizado por los técnicos municipales sobre los costes reales de este servicio y que cada vez es más cara la limpieza en el municipio, así como que el volumen de residuos recogidos cada vez es mayor. El PSOE se abstuvo, mientras que PSM y UM votaron en contra del incremento de la presión fiscal.

Otro acuerdo del pleno fue la aprobación por unanimidad de la denominación de varias calles de la urbanización Puig de Ros, todas ellas con nombres de aves. Sin embargo, el portavoz de ASI, Joaquín Rabasco, pidió que el nombre de cada calle sea rotulado en castellano y catalán, a lo que el alcalde se negó por considerarlo contraproducente. Rabasco respetó la disciplina de voto del equipo de gobierno y votó a favor de la denominación catalana, aunque insinuó que podría ser anticonstitucional.