«Matrimonio alcohólico sin hijos, descuidan el aspecto externo,
desorganización y abandonamiento de la casa, herida que no
cicatriza, afectación del cerebro a causa del alcohol». Todo esto
se puede saber de una persona de Manacor que acudió al Departamento
de Bienestar Social en 1990 y no es por vía Internet, sino porque
estos documentos se encuentran desparramados en la calle, por el
suelo, cerca del contenedor de cartón ubicado al lado de los
juzgados.
También se encuentran libros de registro de demanda con datos
referentes a los años comprendidos entre 1993 y 1998 sobre
solicitudes de pago de libros, alquileres y otras necesidades, con
nombres de personas que en algún momento de su vida han precisado
ayudas sociales. El problema está en que alguien podría hacer mal
uso de estos documentos, vulnerando la intimidad personal.
El concejal de Bienestar Social, Miquel Vives, se mostró muy
sorprendido de que estos documentos estuvieran en la calle y
enseguida fue a recogerlos. Vives explicó que «el lunes se inició
el traslado del Departamento de Bienestar Social a otro local y lo
más seguro es que los trabajadores sociales hayan tirado los
documentos que no sirven, porque los expedientes están cerrados a
cal y canto». Unos niños jugaban junto al contenedor y pueden ser
los causantes del esparcimiento de papeles.
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