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M.C./GAM Marratxí celebró ayer la tradicional Pujada a Lluc a Peu con récord de participación. Unas 3.000 personas se apuntaron a la XIX edición popular marcha, que finalizó con una multitudinaria comida en los alrededores del monasterio.

Los marratxiners partieron hacia Lluc en dos turnos. Así, los que se animaron a subir al monasterio andando partieron de es Figueral de Marratxí a las 5 horas de la madrugada en autocar hasta Inca, desde donde iniciaron la marcha a pie.

Unas horas más tarde, y también de es Figueral, partieron otros autocares cargados con todas aquellas personas que no se atrevieron a subir al monasterio andando. A primeras horas de la mañana los marratxiners fueron llegando a Lluc, donde participaron en la misa que se celebraba a las 11 horas. Acto seguido, hubo fiesta amenizada con música de banda y ball de bot a las puertas del monasterio, en la que participaron niños jóvenes y mayores.

La jornada finalizó con una multitudinaria comida de paella, que contó con la presencia del president del Govern Balear, Francesc Antich, y el conseller de Turisme, Celestí Alomar.