El concejal de Calvià Antoni Garcias pronuncia unas palabras junto a la cruz. Foto: SEBASTIÀ AMENGUAL

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El escritor Gabriel Janer Manila desmitificó anoche el halo heroico del rey Jaume I en su pregón para conmemorar el 772 aniversario del desembarco del monarca en Santa Ponça. En su pregón breve pero excelentemente narrado, el autor algaidí convirtió en un cuento la llegada de las tropas catalano-aragonesas a la Isla para conquistarla.

Janer Manila señaló que sobre la figura de Jaume I los cronistas y poetas crearon una figura casi mítica que ha impregnado la cultura popular en base a leyendas, como la de Bendinat o las numerosas potades del rey y su caballo existentes en la toponimia. Sin embargo, el pregonero no dudó en apuntar que sí es cierto que Jaume I dictó leyes y disposiciones a favor de las libertades. «Y si no fue así, estaría bien que lo hubiera sido», concluyó, como si se tratara de un cuento.

En su parlamento, la alcaldesa, Margarita Nájera, hizo un paralelismo entre la llegada de Jaume I y la situación actual y abogó para que no haya «ciudadanos de primera y de segunda». El conseller d'Hisenda del Govern, en representación del president Antich, también recurrió al rei en Jaume como un símbolo de la identidad mallorquina y afirmó que en un momento en que se habla tanto de inmigración, ésta «es más un reto que una amenaza, y el reto es continuar el legado de Jaume I».

La representación institucional fue escasa. Además de la Corporación calvianera, estuvo el conseller Mesquida y un par de directores generales, Empar Rocabruna y Joan Melià. En cambio, entre las autoridades no hubo ningún representante del Consell de Mallorca. La ofrenda floral coincidió con un chubasco intenso que adelantó la clausura del acto.