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La peatonalización de la calle Bisbe Llompart "que une la estación con la plaza de España" implica una serie de cambios circulatorios en las calles que la bordean. Así, la calle Ponent será cerrada en un tramo y, en lugar de una vía de acceso a la plaza Antoni Fluxà, se convertirá en una vía de salida a la calle Germanies desde la calle Trobat.

La calle Antoni Fluxà se convertirá, por su parte, en una vía de subida hacía el centro de la ciudad y se mantendrá abierta al tráfico en el cruce con la Plaça Llibertat, gracias a la instalación de hitos fijos en ambos lados de la calle.

Las calles Ramon Llull y Malferits, que han permanecido durante varias semanas cerradas al tráfico debido a las obras de adoquinado, se abrieron ayer al tráfico. El Ajuntament prevé inaugurar y dar por finalizadas estas obras de peatonalización a finales del próximo mes de octubre.

«Estamos estudiando muy atentamente la manera de impedir, mediante hitos, el acceso de vehículos a la zona peatonal porque tememos que estos se cuelen y circulen por ésta», dijo el regidor de Policía, Juan Deus (PP), que mantendrá, esta semana, una reunión con representantes de la PIMEM y los comerciantes de la zona para tratar de fijar un horario de carga y descarga. «No queremos que por falta de horario, haya vehículos a todas horas circulando por la zona peatonal», añadió Deus. Respecto a posibles emergencias, la policía ha consensuado con bomberos y ambulancias los mejores puntos de entrada a la futura zona peatonal.