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El grupo ecologista GOB ha señalado que la no aprobación del sistema de cupos de licencias de obras para el municipio de Calvià podría provocar un nuevo caos urbanístico en este ya de por si castigado término. El portavoz del GOB, Miquel Àngel March, indicó ayer que el posible rechazo a las cuotas «podría originar un caos absoluto en Calvià, como sucedió en los años 1997, 1998 y 1999».

La Comissió Insular d'Urbanisme de Mallorca se reune el próximo martes para debatir una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana de Calvià consistente en temporalizar la concesión de licencias de obras y autorizar 1.800 nuevas plazas (turísticas, viviendas unifamiliares y plurifamiliares) anuales. Tanto el PP como UM ya han anunciado su voto en contra, y en consecuencia el rechazo a la propuesta, en base a informes jurídicos internos del Consell de Mallorca y del Consell Consultiu. March puntualizó ayer que «si UM dice que no a los cupos no es por informes, porque hay informe de todo color». «Si quiere, UM tiene elementos jurídicos para aprobarlos», agregó March, en alusión a los dos informes favorables firmados por dos catedráticos de Derecho de la Universitat de les Illes Balears y a dos recientes sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Balears que dan por buenos los numeros clausus.

En opinión del GOB, la temporalización de las licencias permite adecuar las infraestructuras al crecimiento urbanístico. «En Calvià, pero también en otros municipios como Pollença, Andratx, Llucmajor o Manacor, entre otros, se crece tan deprisa que no hay suficiente agua para el abastecimiento o las depuradoras no pueden tratar todo el caudal que reciben», explicó March.

Para el GOB, «Calvià es el municipio más destrozado de Mallorca» y «sería imperdonable dejar pasar la ocasión». Para March, el Pacte de Progrés tiene la «responsabilidad histórica» de frenar el crecimiento urbanístico y los cupos son «una fórmula válida», si bien «hacen falta más».