Antoni Sureda y Antoni Mestre, durante la presentación de la memoria.

TW
0
CATALINA MESTRE Los atascos y retenciones que se producen en las vías más rápidas de Manacor han hecho que el Ajuntament se plantee incorporar Vías de Atención Preferente (VAP) en determinados puntos de la ciudad. El proyecto afectará a las avenidas de Salvador Joan, Fra Juníper Serra, Mossèn Alcover y Ferrocarril, además de en la carretera de Palma a su paso por la ciudad, que son las zonas de Manacor donde se registran los mayores problemas de circulación.

Una VAP es una vía en la que no se puede parar y mucho menos estacionar en doble fila. Si se realiza esta acción se considera obstaculización grave de la vía con peligro para el resto de los usuarios. Así pues, las sanciones que se tienen que pagar en caso de incumplir la normativa de las VAP es mucho más elevada que las que se hacen pagar en cualquier otra vía. Por ejemplo, en Palma se pagan multas de hasta 30.000 pesetas sin posibilidad alguna de reducción. «Esta determinación se ha tomado porque durante determinadas horas de la mañana y la tarde se hace casi imposible entrar o salir de Manacor, ya que la saturación es tal que un conductor se puede pasar más de 20 minutos esperando para conseguir su objetivo», explicó ayer el inspector jefe de la Policía Local de Manacor, Antoni Sureda.

«Todo esto se vuelve todavía más imposible durante el verano, cuando la afluencia de vehículos es mucho mayor. Además, hay que tener en cuenta determinados datos como, por ejemplo, el hecho que la población de la ciudad ha crecido un 3'8% en un año y el número de vehículos un 7'3%. Para ser más claros: en Manacor hay 32.000 habitantes y casi 30.000 vehículos», explicó Sureda. El delegado de Policía del Ajuntament de Manacor expresó su deseo de poder solucionar el problema circulatorio lo antes posible y comentó que «este crecimiento tanto de coches como de personas no se podrá sostener durante muchos años: la verdad es que circular por la ciudad se ha convertido en casi una aventura».

Por su parte. Antoni Mestre anunció también que la próxima semana se comenzará a aplicar la normativa que regula la ordenanza de ruido: «Primero se controlarán las motocicletas y ciclomotores, después los coches, ya que consideramos que el ruido que provocan algunos vehículos supera los niveles aceptables». «Las sanciones por ruido serán de 30.000 pesetas más inmobilización del vehículo. Entonces, el propietario dispondrá de quince días para pasar la ITV y entregar la documentación en regla, si es así, se reducirá el coste de la sanción a 10.000 pesetas», explicó el inspector Sureda. Todo ello, entre otras cosas, como las diferentes actuaciones que se han llevado a cabo desde el cuerpo de Policía Local se expuso ayer durante la presentación de la memoria de la Policía Local de Manacor perteneciente al año 2000.