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La piscina del futuro pabellón deportivo del Moll de Pollença abrirá sus puertas en verano de 2002. Ésa es al menos la intención del equipo de gobierno que llevará al pleno del próximo martes el proyecto modificado del complejo deportivo. El Ajuntament renunció hace unos meses a una subvención de 80 millones de pesetas del Consejo Superior de Deportes y decidió modificar el proyecto inicial de la obra para emprenderlo por su cuenta. La exigencia de Madrid de que el Ajuntament ingresase en sus cuentas más de 200 millones de pesetas para construir el pabellón del Moll sin ofrecer una fecha orientativa del final de obra, provocó la renuncia del Consistorio a las ayudas de Madrid.

La oposición en el Ajuntament de Pollença (PP y UMP) no escatimó en críticas hacia el equipo de gobierno por renunciar a la subvención. Tras meses de negociaciones entre los diferentes partidos pollencins en la última comisión informativa celebrada en la localidad se aprobó por unanimidad (con los votos a favor de PP y UMP) el nuevo proyecto del pabellón, cuyo coste asciende a 390 millones de pesetas. A esta cifra se sumarán otros 100 millones de pesetas que se destinarán a la creación de un aparcamiento subterráneo. El proyecto prevé, además, la construcción de una piscina de 25 metros que costará 68 millones.

El nuevo regidor de Urbanismo, Joan Cerdà (UM), ha explicado que el proyecto se ejecutará en dos fases. La primera fase que ahora se aprueba estará finalizada el próximo año y consistirá en la construcción de la piscina. El Ajuntament está buscando fórmulas de financiación para ejecutar la segunda fase, en el año 2003, que consistirá en la construcción del aparcamiento y el pabellón.

El párking subterráneo es un añadido al proyecto original. Según explica Cerdà, la construcción del pabellón implicaba la eliminación de las plazas de aparcamiento situadas entre el polideportivo y el centro de salud, por lo que se ha buscado una fórmula para sustituirlas. Cabrán cien vehículos.