En los pasillos del Parlament, Francesc Antich negó que hayan
existido «presiones por parte de nadie» para plantear esta medida
por parte del Consistorio de Calvià, gobernado por la alcaldesa
socialista Margarita Nájera. Antich recordó a los periodistas que
el Govern está estudiando la introducción en el borrador de la ley
del suelo que los ayuntamientos de las Illes Balears cuenten con la
posibilidad de establecer «cupos» de licencias urbanísticas. Para
el presidente balear, la propuesta del Ajuntament de Calvià debe
ser una fórmula a analizar y a «tener en cuenta».
Por su parte, el grupo de consellers socialistas en el Consell
de Mallorca manifestó ayer su apoyo a la propuesta de Calvià porque
la temporalización de licencias prevista en el Plan General de
Ordenación Urbana «es una nueva y rigurosa forma para controlar el
crecimiento urbanístico». Según los socialistas, esta medida
adoptada «con valentía» por el Consistorio calvianer no ha
implicado mayores dificultades. Además, su legitimidad viene
avalada por «dos sentencias de los tribunales de justicia que
certifican su plena validez jurídica».
Los consellers del PSOE también han querido manifestar que no
existe ningún tipo de compromiso para aceptar el informe del
Consell Consultiu, que aconseja no aprobar el cupo de licencias
porque podría ser ilegal. Para los socialistas, es un documento más
a tener en cuenta, lo mismo que los fallos judiciales y el informe
de Luciano Parejo.
La aprobación de los cupos para las licencias de Calvià ya ha
sido debatida en tres ocasiones por la Comissió Insular d'Urbanisme
de Mallorca y en las tres veces se ha dejado sobre la mesa por
falta de acuerdo.
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