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CATALINA MESTRE Más de 1.600 personas utilizaron las instalaciones de la finca pública de Betlem durante el año pasado. En el curso del año 2000, el Ajuntament d'Artà tramitó 35 solicitudes, entre grupos organizados y particulares, para acampar o utilizar las casas de Betlem. Por este concepto, el Ajuntament ingresó unas 330.000 pesetas, teniendo en cuenta que se cobraban 350 pesetas por persona y día sólo a los particulares. Este año, la ordenanza municipal ha cambiado y se cobran 500 pesetas a todos los visitantes y sólo se hace un 50% de descuento a las entidades locales. «Esperamos que durante 2001 se ingresen unas 800.000 pesetas», explica Montserrat Santandreu, alcalde de Artà.

La finca pública de Betlem es uno de los lugares más solicitados para ir a acampar, tanto al aire libre como utilizando las instalaciones de la casa, pero el alcalde cree que está infrautilizado: «Un espacio así se podría aprovechar mucho más, ya que sólo hay gente los fines de semana y durante las vacaciones de verano. Pienso que estaría bien que los centros educativos utilizaran más el espacio».

Frente a todo ello, Santandreu comenta que el Ajuntament se ha planteado la posibilidad de dar la concesión de la finca pública: «Allí una familia puede vivir perfectamente; se puede pensar en la posibilidad de que los concesionarios puedan alquilar bicicletas o caballos para hacer excursiones organizadas por la finca que ahora estará comunicada con s'Alqueria Vella, Aubarca y es Verger». Un sector de las instalaciones de las casas de Betlem están ocupadas por el punto de vigilancia y prevención de incendios forestales.