Guardas forestales y guardias civiles, junto con José Manuel Gómez y Joan Mayol, participaron en la destrucción de redes y cepos. Foto: J.MOREY.

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Mallorca celebró ayer el Día Forestal Mundial con la destrucción de artes ilegales de caza decomisadas por los agentes forestales y la Guardia Civil durante parte del 1998, 1999 y meses del 2000 tras resolverse definitivamente los expedientes sancionadores incoados. La finca pública de Caubet (Bunyola) fue el escenario de esta acción para «denunciar el furtivismo que hace mal al colectivo de cazadores y va en contra de la protección del territorio», según subrayó José Manuel Gómez, director general de Biodiversitat.

Entre las artes de caza decomisadas se encontraban una treintena de redes de filats de coll, redes de tierra o abatibles y redes japonesas o verticales. El uso de las dos primeras es legal con autorización, pero las que ayer se quemaron fueron utilizadas de forma irregular en días de veda o sin permiso. Las redes japonesas "entre las que había media docena" están absolutamente prohibidas salvo que se usen para estudios científicos. Además de redes, también se inutilizaron un centenar de cepos, así como de reclamos eléctricos y electrónicos.

Durante el año 2000, la Conselleria de Medi Ambient abrió 336 expedientes sancionadores por infracciones de caza, de los cuales 82 se incoaron por el uso de artes ilegales. «Teniendo en cuenta que hay 20.000 licencias de caza, hay que destacar que la mayor parte de los cazadores es disciplinada, lo que pasa que es difícil erradicar del todo el uso de artes ilegales», precisó Gómez.

Las sanciones económicas aplicadas oscilan entre las 2.000 pesetas la más leve y 75.000 pesetas la más grave, pero a veces no hay multas y sí retirada del permiso de caza. «Las sanciones son el último recurso», indicó el director general de Biodiversitat. «Es más eficaz la presencia física de nuestra guardería forestal y de la Guardia Civil. Las campañas de concienciación son importantes; hay elaborado un código de comportamiento del cazador que se está repartiendo entre el colectivo».