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El Ajuntament de Lloseta ha solicitado a la empresa Valenciana de Cementos permiso para construir un pozo de agua potable en la finca del Portland. El nuevo pozo se ubicaría lo más cerca posible del que posee Emaya en la localidad con el objetivo de aprovechar las canalizaciones que conducen el agua al pueblo.

«La construcción evitaría que tengamos que depender del pozo de Emaya», dijo el alcalde, Bernat Coll, que se mostró muy crítico con las tarifas que les aplica la empresa. «Emaya cobra al Ajuntament 74 pesetas por m2 de agua y el Ajuntament la cobra a 68 pesetas a los usuarios, por lo que el servicio es claramente deficitario», dijo Coll.

Si desde el Portland se negara la construcción del pozo en su finca, un vecino de la localidad se ha ofrecido a facilitar sus terrenos con este mismo objetivo. «Hemos decidido poner fin al problema de falta de agua», manifestó el alcalde, que destacó la «gran inversión» que se está llevando a cabo en el municipio para mejorar la red de agua potable y evitar el desperdicio de las aguas pluviales. Presupuestado en cerca de 20 millones de pesetas, el nuevo pozo se iniciará en cuanto se finalice la perforación del pozo que se está construyendo en el Puig.