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P. P. ALORDA/M. COMIN El Ajuntament de sa Pobla precintó ayer tres viviendas ubicadas en la calle Ric, después de que el arquitecto municipal manifestara que el edificio presentaba «problemas estructurales graves, que podían suponer un riesgo para vecinos y peatones». «Ante el informe presentado por el técnico hemos creído conveniente aconsejar el derrumbe del inmueble, puesto que su rehabilitación es imposible», dijo el alcalde, Jaume Font.

Como el edificio está protegido debido a su interés cultural por el Consell, desde el Ajuntament se solicitará el permiso para derrumbarlo a la Comissió de Patrimoni de Mallorca. Evitar el peligro que podía suponer el edificio fue posible gracias a la colaboración de dos de sus propietarios, que denunciaron su mal estado ante el Ajuntament de sa Pobla.

Se trata de la segunda actuación llevada a cabo por el consistorio pobler tras la puesta en marcha de un plan para evitar riesgos en viviendas basado en la colaboración ciudadana. La primera actuación tuvo lugar el pasado sábado, cuando se desalojó a un vecino de un inmueble ubicado en la calle Marina.