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MARIA VAZQUEZ Los asistentes a la «Festa de l'oli novell» celebrada ayer en la cooperativa agrícola de Sóller pudieron degustar un aceite de una calidad exquisita, fruto de una cosecha que pese a su escasez ha sido generosa en el aspecto cualitativo. El conseller d'Agricultura i Pesca, Mateu Morro, pudo comprobar en primera persona las excelencias del aceite solleric y del nuevo producto extra.

La jornada de puertas abiertas para todos los socios de la cooperativa sirvió, además de para presentar el aceite de la cosecha 2000-2001, para presentar las nuevas instalaciones de la tafona en la que varios depósitos de avanzada tecnología permiten una mejor conservación. El gerente de la cooperativa, Josep Oliver, invitó a la comitiva a degustar especialmente el aceite caliente recién salido de la tafona, invitación que fue muy bien recibida por los presentes.

El conseller Morro recorrió las instalaciones de la cooperativa, interesándose en todo momento por el proceso de elaboración de este producto del campo mallorquín de tan elevada calidad y por los demás sectores de la sociedad agrícola.

Por otra parte, el presidente de la cooperativa, Joan Vives, reclamó al conseller, pese a ser un día de fiesta, las ayudas que un año antes prometió para la entidad el vicepresidente del Govern, Pere Sampol. Morro recordó que la Unión Europea garantiza hasta 2006 una línea de ayudas para el olivar porque su conservación contribuye al mantenimiento de los ecosistemas montañosos de Mallorca. En el mismo acto se procedió a la entrega de los diplomas de participación a los agricultores que han participado en un curso impartido por Luis y Manuel Cibantor, de la Agencia de Olivares Españoles, para mejorar la calidad del aceite.