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MARIA VÀZQUEZ/M. B. El coordinador insular de Els Verds, Jordi López, señaló ayer que este grupo político está en contra de la construcción de un polígono industrial o de servicios en Son Puça y recordó que esta formación «ya se definió con claridad» al formar parte desde su constitución de la Plataforma per la Protecció de Son Puça, a través de las asambleas locales de Sóller y Fornalutx. López indicó a este periódico que el principal motivo del rechazo a este proyecto es «el elevado impacto paisajístico, que será muy negativo».

La portavoz comarcal de Els Verds, Trini Morell, añadió que su grupo «rechaza totalmente la posible construcción del polígono en Son Puça», si bien agregó que «hay una necesidad de ubicación para las empresas locales». En su opinión, «son los políticos quienes deben buscar las soluciones». La pasada semana, una representación de la plataforma antipolígono se entrevistó con la consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, quien pese a ser militante de Els Verds evitó pronunciarse con claridad sobre el polígono. No obstante, Rosselló se ofreció a plantear esta iniciativa en el seno del Govern porque el polígono podría provocar un grave impacto en el valle. Onofre Bisbal, miembro de Els Verds y concejal independiente en el grupo socialista, tampoco se ha pronunciado con contundencia.

Por otra parte, la asociación de vecinos Els Tarongers de l'Horta (Sóller) ha señalado a través de una carta que la cercanía y la magnitud del polígono causa «horror y magnitud» entre los residentes en esta barriada. Según esta asociación, la «indecisión de la clase política» desorienta a los ciudadanos ante tantos cambios puntuales, lo que crea «indefensión».