Los trabajos artesanales fueron la gran novedad de la décima edición de esta Fira. Foto: P.P.A.

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P.P.A. A primera hora de la mañana de ayer, los organizadores de la Fira de Tardor daban los últimos retoques al recinto ferial para que su inauguración fuera todo un éxito. Mientras, los primeros visitantes y vecinos empezaban a verse por las calles más céntricas.

El alcalde Jaume Font esperaba en la puerta del Ajuntament la llegada de las autoridades invitadas a esta fiesta. Con puntualidad británica llegaron el vicepresident del Gover, Pere Sampol; la delegada del Gobierno, Catalina Cirer; el conseller de Turisme, Celestí Alomar, y otras autoridades de la comarca. El que se hizo esperar fue el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, que tuvo ciertos problemas para llegar a sa Pobla. Para acortar la espera, los políticos aprovecharon para participar en la tómbola montada a beneficio de la Asociación Española contra el Cáncer.

Lo cierto es que la gente era ajena al trasiego de políticos ya había empezado a visitar todo el recinto ferial. Este año la principal novedad se centraba en la muestra de trabajos artesanos. El público podía contemplar en vivo la labor de alfareros y herreros, entre otros.

En la misma plaza, donde se llevaban a cabo estas demostraciones, también había un exposición de empresas con una gran representación de las ubicadas en sa Pobla. El Casal de Can Planas también tuvo su stand donde se pudieron ver, aparte de una pequeña muestra de fondo del museo, las obras que se han ido editando con motivo del 700 aniversario del municipio.