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Un grupo de padres de alumnos del colegio público Punta de n'Amer de sa Coma (Sant Llorenç) han denunciado a la empresa de autocares Aumasa ante la Delegación del Gobierno, las conselleries de Obres Públiques, Habitatge i Transports y Educació i Cultura y el Ajuntament de Sant Llorenç, al haber detectado una serie de irregularidades en el transporte escolar.

Los denunciantes argumentan en su escrito que «algunos de los autocares que recogen a los niños carecen del seguro obligatorio, mientras que varios conductores no disponen del carnet correspondiente y además, hacen caso omiso de las paradas obligatorias, así como de las señales de tráfico». Una de las acusaciones más fuertes formuladas por los padres ha sido que «se ha detectado que algunos conductores consumen alcohol en horas de servicio».

La denuncia colectiva firmada por unos veinte padres piden apoyo a todas las instituciones para que se lleven a cabo una serie de controles a los autocares de transporte escolar de la empresa Aumasa con el fin de evitar que «pudiera ocurrir una desgracia». El alcalde de Sant Llorenç, Mateu Puigrós (GISC), manifestó ayer su preocupación ante un problema tan grave y anunció que «por nuestra parte, el delegado de Policía de la localidad, Guillem Rayó, ordenó ayer por la mañana que se llevara a cabo una inspección al bus escolar que recoge los alumnos del colegio Punta de n'Amer, pero, no obstante, se pudo comprobar que el autocar tenía toda la documentación en regla».

Ante las sospechas de que algunos de los conductores iban «bebidos», se realizó una prueba de alcoholemia al chófer que «dio positivo», según explicó el alcalde Puigrós, por lo que «por parte del Ajuntament de Sant Llorenç no detectamos ninguna anomalía en el transporte escolar que se realizaba ayer, no obstante, era nuestro deber realizar una inspección para comprobar si los argumentos de los padres eran ciertos».