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MARIA VAZQUEZ El debate celebrado anoche en la capilla de Ses Escolàpies para analizar la conveniencia o no de construir un polígono de servicios en los terrenos rústicos de Son Puça delató que las empresas de Sóller necesitan una solución urgente que les permita crecer para atender. Los empresarios presentes, Margalida Vicenç, de PIMEM-Sóller, y el constructor Pep Frontera, reclamaron «soluciones inmediatas» y que la sociedad se pronuncie con contundencia sobre si quiere polígono o no, sea en Son Puça o en otro lugar.

El concejal de Medio Ambiente, Onofre Bisbal, evitó cualquier postura comprometida: «He venido para escuchar opiniones y transmitirlas al equipo de gobierno».

Tòfol Arbona (ARCA) destacó que Son Puça es una zona relativamente virgen en la que pueden encontrarse numerosos «elementos de gran valor arquitectónico». Carlos Zayas, de Amics de la Terra, planteó como prioridad, antes de construir un polígono industrial en Son Puça, recalificar determinados terrenos rústicos de la zona de huertos. Joan Vivas, en representación de la Plataforma per la Protecció de Son Puça, y Trini Morell, de Els Verds, coincidieron en que los terrenos contemplados en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para acoger un polígono comercial «no parecen los más apropiados» y abogaron por buscar alternativas en el entorno del casco urbano.

El debate convocado por Els Verds y el grupo de opinión Fòrum 2007 congregó a algo más de un centenar de personas que llenaron la capilla. El alcalde, Joan Arbona, excusó su presencia y entre los asistentes apenas hubo representación del Consistorio, tanto por parte del grupo de gobierno (PSOE y PSM) como de la oposición (UM y PP).