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TOMEU GARCIES La primera de las ferias previas al Dijous Bo ganó ayer la partida a la lluvia y al mal tiempo que amenazaron con suspenderla al menos en parte. Las ganas de salir a la calle, sobre todo, de los inquers hicieron que el agua no fuese ningún obstáculo para que el centro de la ciudad registrase una intensa actividad.


Y es que ayer la mayoría de los comercios del centro tuvieron sus puertas abiertas de forma que fueron muchos los vecinos que aprovecharon para hacer la compra.

Las paradas de flores, plantas, frutas y verduras que se montaron a lo largo de la calle Major y de la plaza España fueron un foco de atención para muchos que cargaran macetas en cantidad.

El mercado cubierto también contó con un fuerte tránsito de visitantes. Allí, había montada la muestra de gatos y una exposición de bonsáis y cactus, además de numerosas macetas del concurso de plantas.

A pesar de la lluvia, la Trobada de Xeremiers se celebró de forma que las calles del centro se llenaron de música.
Lo que llamó más la atención de este año fue la Mostra de Productes Autòctons Balears, que se montó en una gran carpa instalada en la plaza Mallorca. El vino y el queso fueron los grandes protagonistas de esta muestra que gustó mucho a la gente.