Imagen del complejo turístico de Bellevue, en el Port d'Alcúdia.

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Precisamente, mil millones de pesetas es la cantidad que prevé que descenderán los ingresos de 2001 el primer teniente alcalde y concejal de Hacienda de Alcúdia, Antoni Alemany. Alemany ya adelantó un importante descenso de los ingresos municipales cuando presentó los presupuestos de este año y aunque la diferencia de mil millones no se puede atribuir sólo al freno del crecimiento urbanístico, sí se puede destacar que sólo de convenios urbanísticos el Ajuntament de Alcúdia ha contado en el año 2000 con 222 millones de pesetas de ingresos, a los que hay que sumar 224 millones de la plusvalía por la venta de Bellevue.

El delegado de Hacienda augura que recursos que hasta ahora han sido importantes, como son los relacionados con licencias de obras, impuestos de construcción y plusvalías, irán disminuyendo paulatinamente. Concretamente, para 2001 el descenso de los ingresos por plusvalías será de 30 millones de pesetas y de licencias de obras e ICO de 60 millones de pesetas.

«A partir de ahora se podrá comprobar que los municipios turísticos son más pobres que otros del interior, ya que mantener las zonas es mucho más costoso», añadió Alemany, que considera que los ayuntamientos tienen que conseguir una mayor financiación del Estado para poder asumir con dignidad las necesidades de los ciudadanos.

Según Alemany, «urge que el Govern cree el fondo de cooperación municipal para que los ayuntamientos puedan hacer frente a sus necesidades y así se lo he manifestado en reiteradas ocasiones al presidente Antich». Alemany critica el sistema de financiación a los municipios utilizado por el Govern y el Consell a través de planes específicos, como el Plan de Obras y Servicios o planes especiales como el Pla Mirall, y aboga por una financiación que puedan administrar directamente los ayuntamientos, que son los que saben de las necesidades de su municipio.