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«La gente tiene miedo de comprar carne de cordero a causa de la enfermedad de la lengua azul y se llevan pollo o carne de cerdo». Estas fueron las declaraciones de la encargada de una carnicería de Son Servera. La enfermedad de la «lengua azul», transmitida por mosquitos del género Culicoides a las ovejas, no ha pasado desapercibida entre los consumidores de las zonas del Llevant donde ya hay 100 explotaciones afectadas. La falta de interés por el consumo de carne de cordero ha aumentado paralelamente a la expansión de la enfermedad.

En general, los clientes solicitan información acerca de la procedencia y calidad de la carne y en muchas carnicerías sólo se sirve carne de cordero por encargo.

La mayoría de clientes son reticentes a la hora de comprar carne de cordero, a pesar de las garantías de que toda la carne que llega a las carnicerías es de excelente calidad. Además, desconfían de los argumentos de los carniceros de que no hay peligro.

«Esta semana ha caído en picado el consumo de carne de cordero. Lo primero que piden los clientes es si el animal ha sufrido la enfermedad de la lengua azul y aunque les aseguremos que nuestra carne no tiene enfermedad alguna la gente no lo compra», comenta la carnicera de Artà Maria Ferreiro.

En los municipios donde más se ha notado el descenso de consumo de carne de ovino son Artà, Son Servera y Sant Llorenç. En cambio, en Manacor y Felanitx no se ha habido un descenso tan radical aunque según comenta un mayorista de PROCAM «se ha acabado la carne que hay en stock y ahora entra mucha menos cantidad porque ha descendido la demanda».