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El conseller de Agricultura y Pesca del Govern, Mateu Morro, compareció ayer ante los medios de comunicación para informar de las medidas adoptadas por su departamento una vez que se ha detectado que la enfermedad que afecta ya a 63 rebaños ovinos de la comarca de Llevant es la denominada «lengua azul».

Esta enfermedad vírica es transmitida por un mosquito del género culicoide. El actual brote ha llegado a Mallorca desde Turquía, vía Grecia, Italia, Cerdeña y, finalmente, Menorca, donde ya se han visto afectadas unas 30 explotaciones. En Mallorca se han visto afectados rebaños de siete municipios: Artà, Capdepera, Felanitx, Manacor, Petra, Sant Llorenç y Son Servera. Se especula que los mosquitos afectados por el virus de la «lengua azul» pueden haber llegado a Balears desde Cerdeña, donde hay numerosos focos de esta enfermedad, a bordo de embarcaciones o en algún contenedor.

Morro quiso dejar claro en todo momento que la llengua blava «es una enfermedad no transmitible a las personas, ni por contacto con las ovejas enfermas, ni por el consumo de carne o productos lácteos». También señaló que la enfermedad se ha difundido por la llegada de un «agente externo», pues la salud de la cabaña insular «es muy buena». El titular de Agricultura anunció que ya se han tomado «medidas drásticas» para poder «parar el contagio», después de haber diagnosticado la enfermedad, una semana después de que se detectara en Mallorca el primer caso.

La «lengua azul» sólo contamina a los rumiantes, y en este caso se reduce a las ovejas. Las órdenes dictadas por el conseller obligan a «inmovilizar todos los animales vivos de las explotaciones afectadas» y también se han «suspendido todas las muestras de ganado ovino, caprino y bovino» en las diferentes fires de los pueblos. El periodo de incubación de esta enfermedad es de un máximo de 40 días, por lo que al menos durante este tiempo no habrá muestras en las ferias de otoño de los pueblos.