Las obras de la urbanización Bahía de Palma se han activado hace unos meses. Foto: S. AMENGUAL.

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La moratoria del Consell afecta expresamente a los municipios turísticos e incluye a las urbanizaciones que pese a estar aprobadas carecen de servicios. El día después de su aprobación, la alcaldesa de Calvià, Margarita Nájera, comentó que la moratoria no afectaba a la Marina de Magaluf pero en cambio sí incluía otras urbanizaciones y citó los casos de Bahía de Palma, Sol de Mallorca y la parte superior de Portals Nous.

Desde hace unos meses, una amplia brigada de operarios y maquinaria pesada trabaja en la dotación de servicios en un sector de la urbanización Sol de Mallorca. Carteles informativos anuncian la promoción Vinyes del Mar, impulsada por la sociedad limitada Coal Gestión. Fuentes municipales han indicado a este periódico que esta urbanización en cuya primera fase se construirán 44 chalets tiene todos los permisos «porque no está incluida en la moratoria». Las mismas fuentes admitieron que en Calvià no se ha paralizado ninguna urbanización «porque no ha llegado ningún documento expreso enunciando las zonas afectadas».

El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Calvià fue aprobado día 11 de julio de 2000 por la Comissió Insular d'Urbanisme. La nueva normativa señalaba que el tipo de ordenación para Bahía de Palma era «proyecto de dotación de servicios» y añadía que los propietarios de este polígono deben proceder a la ejecución de las obras de dotación de servicios (calzadas, aceras, abastecimiento de agua, saneamiento, alumbrado y espacios públicos), «todo ello previa tramitación y aprobación del correspondiente proyecto», y que sólo después se podrían dar las licencias. Día 28, apenas dos semanas después, se aprobó la moratoria del Consell, por lo que en estos 17 días la promotora debería haber presentado el proyecto, los técnicos estudiarlo y los políticos aprobarlo.

La memoria del PGOU de Calvià reseña respecto a Bahía de Palma que la zona costera (Cala Vinyes) está «muy consolidada», mientras que la parte interior está «prácticamente vacía y carente de servicios», por lo tanto, afectada por la moratoria urbanística del Consell de Mallorca.