El mercado sube desde la plaza Ramon Llull hasta la plaza Weyler.

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CATALINA MESTRE Los vendedores ambulantes del mercado de los lunes de Manacor protagonizaron algunos altercados, ayer a primera hora de la mañana, por su descontento con los puestos asignados. «Estamos de acuerdo con la subida hacia el centro, pero es cierto que hay espacios muy malos y la gente no los quiere. Además, los más antiguos no están de acuerdo con que algunos de los mejores sitios se hayan concedido a los que llevan menos tiempo», aseguró Miquel Gispert, representante de la Agrupación Balear de Vendedores Ambulantes.

Los puestos de venta, en principio, se tenían que montar en el centro de la calzada de manera que quedaran dos vías para el paso de la gente, pero algunos consideraron que se debían montar en ambos lados de la calzada. Estos últimos se negaron a montar sus tenderetes e hicieron desmontar a los que sí se habían colocado de la forma prevista. En vistas de lo que ocurría la regidora de Comercio, Concha Gil, acudió al lugar para poner orden e intentar llegar a un acuerdo con los comerciantes. «Finalmente, se decidió que como día de prueba se colocaría el mercado a ambos lados de la calzada de forma que quedase una sola vía para el paso de la gente», explicó Concha Gil.

Después de todo esto, la regidora de Comercio tuvo que organizar una reunión improvisada con los representantes de las diferentes cooperativas de vendedores ambulantes de la Isla. En dicha reunión, que se alargó durante toda la mañana, se acordó que, en principio, «el mercado se colocará a ambos lados de la calzada desde la plaza Ramón Llull hasta el cruce Oleza-Baix des Cós, pero desde la plaza de es Cós hasta el centro peatonal se colocará de la forma propuesta por el Ajuntament», informó Concha Gil. De todas formas, según la regidora, «el Ajuntament está pendiente de los informes de la Policía y el lunes que viene se reunirá de nuevo con los vendedores».