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MARGALIDA PALMER Numerosos vecinos de Esporles se sintieron ayer profundamente indignados al observar que en el aparcamiento de sa Vilanova se había instalado un provisional servicio de lavacoches en el que se utilizaba agua de la red pública. La queja ciudadana estaba motivada porque hace apenas unos días el Ajuntament ha distribuido entre los domicilios de la localidad folletos informativos recomendando toda una serie de medidas para ahorrar agua y evitar así las siempre molestas e impopulares restricciones en el suministro.

Un monitor y unos veinte jóvenes del Club d'Esplai Sa Cadernera cobraban 500 pesetas por la limpieza interior de vehículos y otras 500 por la exterior, utilizando los grifos conectados a la canalización pública, en la entrada el estacionamiento de sa Vilanova. El objetivo era recaudar fondos para realizar el camino de Santiago en bicicleta el próximo verano. Este lavacoches está programado para los tres próximos sábados.