Rafael Escudero, Antoni Garcia Moles, María Carrasco, Margarita Nájera y Neus Pacheco, ayer en el solar situado frente a las islas Malgrats.

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El próximo mes de mayo la Comissió Insular d'Urbanisme de Mallorca (CIUM) debatirá la aprobación de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Calvià, una vez que se hayan recibido y estudiado todos los informes solicitados a diferentes organismos. El último en llegar a Urbanisme del Consell Insular ha sido el redactado por la Direcció General d'Ordenació del Territori, un informe que si bien no es desfavorable del todo sí que contiene numerosas matizaciones.

En torno a uno de los puntos más polémicos del Plan General de Calvià, el asentamiento rústico de Son Font, el Govern considera que no puede ser clasificado como suelo urbano tal y como pretende el Ajuntament. De ser recalificado como suelo urbano se superaría el crecimiento que prevén las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT), fijado en un 2 por ciento. Según este porcentaje, el suelo urbano de Calvià debe crecer en 48 hectáreas y no en 78 como ocurriría al recalificar Son Font.

Los técnicos del Consell coinciden con el Govern en esta apreciación, según indicó Mariano Gual, presidente de la ponencia técnica de la Comissió d'Urbanisme, quien indicó que el Ajuntament tendrá que dar una solución que podría pasar por quedarse con la calificación que tiene en la actualidad Son Font de núcleo rural.

El informe redactado por la Conselleria de Medi Ambient también recomendaba que Son Font no se recalaficara en suelo urbano y que no se desarrollara el urbanizable de Peguera. Sobre este urbanizable, Mariano Gual indicó que hay que tener en cuenta que de las 75 hectáreas previstas, 60 son de zona verde.