La policía paró a numerosos autobuses.

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Una organizada actuación policial llevada a cabo con la coordinación de las delegaciones de Interior de los ayuntamientos de Sant Llorenç y Son Servera evitó que ayer por la mañana unos 60 turistas realizaran excursiones ilegales organizadas por manteros en la zona turística de Cala Millor.

Los concejales de Interior de Son Servera y Sant Llorenç, el nacionalista Antoni Cànoves y el independiente Guillem Rayó, respectivamente, solicitaron la colaboración de los inspectores de transporte turístico de la Conselleria d'Obres Públiques, Habitatge i Transports para erradicar las actividades ilegales de «manteros» que se hacen en Cala Millor. En la intervención actuaron coordinadamente dos inspectores y dos auxiliares de la Direcció General de Transports, además de una gran dispositivo policial de Son Servera y Sant llorenç y de los delegados de Interior de ambos municipios. El control se realizó entre las 8.30 y las 10.00 horas. En total, los inspectores examinaron diez autocares, dos de los cuales tenían previstas seis excursiones de las que sólo cuatro estaban autorizadas por la Conselleria. El resto fueron anuladas a instancia de los inspectores.

Por otra parte, se detectó que 25 pasajeros que esperaban subir al autocar no disponían de los correspondientes tiquets facilitados por las agencias de viajes.

Según han explicado los inspectores de la Conselleria d'Obres Públiques, «las agencias de viajes que quieran organizar excursiones deben comunicarlo a la Administración autonómica y Transports debe dar el visto bueno para que puedan realizarse. Si no disponen de las autorizaciones pertinentes, los autocares no pueden realizar las salidas». La valoración política ha sido muy positiva. Antoni Cànoves ha explicado que «ésta es la primera actuación que se ha llevado conjuntamente con el Ajuntament de Sant Llorenç desde que se acordó el convenio de colaboración, pero hay que destacar que habrá muchas actuaciones más de este tipo ya que se quiere mirar por los intereses de los comerciantes de la zona de Cala Millor que padece la competencia desleal de los manteros».