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La oposición acusó ayer al equipo de gobierno conservador de Inca de aplicar una política «de rodillo» en el transcurso de la sesión plenaria celebrada en el el Ajuntament d'Inca. La polémica vino servida por el quinto punto de la orden del día que contemplaba la modificación del reglamento municipal para incluir la exigencia de que las preguntas de la oposición se hagan por escrito.

Mientras que el alcalde justificó la decisión en que «nos sentimos indefensos», la oposición acusó a Bartomeu Seguí de «castigar a la oposición por el recurso que presentaron los Independents contra la subida de sueldos».

Según explicó Francina Armengol (PSOE), el primer teniente de alcalde les manifestó durante una reunión que «esto es la primera treta que hacemos a la oposición y a partir de aquí aplicaremos el rodillo». En los mismos términos se expresó el independiente, Àngel García, que acusó a Seguí de tomar represalias.

El portavoz del PSM, Antoni Alorda, no quiso entrar en esta polémica si bien rechazó la propuesta de modificación del reglamento por considerar que éste se ha de revisar en todos sus puntos y no solo en el que se refiere a la presentación de las preguntas por escrito. El PP decidió dejar el tema sobre la mesa para que sea debatido entre todos los grupos políticos.