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Las obras de construcción del tanatorio de Inca, junto al cementerio, ya han finalizado. El Ajuntament se encuentra ahora a la espera de recibir el material especializado que servirá para dotar la sala de autopsias y el mobiliario que acondicionará las distintas dependencias.

El concejal Tolo Seguí, ha señalado: «Espero que en mes o mes y medio todo pueda estar a punto». La apertura del tanatorio significará una importante mejora en la atención ciudadana en lo que se refiere a servicios funerarios. Hasta ahora, los inquers disponían de una única sala para velar a sus muertos, ubicada en el propio cementerio y que tenía graves deficiencias. El reducido tamaño del habitáculo obligaba a parte de los familiares a esperar fuera y la situación se agravaba los días de lluvia al no tener un lugar de cobijo.

Ahora, por primera vez, se cuenta con un edificio específico adosado al cementerio que tendrá dos salas exclusivas para atención (velatorios), salas de autopsias y de conservación y oficinas funerarias. Se habilitará además un gran espacio ajardinado y de aparcamiento.

La inversión global supera los 84 millones de pesetas. El nuevo tanatorio estará conectado con las antiguas instalaciones para facilitar el tránsito dentro del recinto.

Seguí no descarta que las salas de velatorios puedan funcionar incluso antes de que se reciba el material para autopsias, para más adelante poner en marcha este último servicio.