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La propuesta política de legalizar la plaza de abastos demoliendo parte de cada uno de los dos edificios que conforman el conjunto del mercado no ha gustado ni al demandante, Manuel Llaneras, ni a la mayoría de los vendedores de la popular Plaça de ses Verdures.

Algunos de los vendedores de la plaza de abastos ya se han pronunciado claramente en contra del proyecto, y otros incluso han apostado por «acudir a los juzgados para que respeten nuestros derechos», según comentó, ayer a este periódico una de las vendedores del mercado. Por otra parte, el actual equipo de gobierno estudiará querellarse contra los ediles que, en su día, aprobaron la realización del proyecto del mercado sin el preceptivo estudio de detalle.

La solución, que ha sido aceptada por los políticos tal y como ya publicó Ultima Hora en su edición de ayer, propone demoler aproximadamente en un 50% cada uno de los dos edificios construidos. Y supondrá un pérdida global de 10 puestos de venta. Actualmente el mercado cuenta con 34 puestos de venta, aunque cinco son utilizados como almacén, uno está de baja y tres únicamente son utilizados los sábados. El proyecto de legalización será remitido, en las próximas horas, a la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB), presidida por Jesús I. Algora, y el Ajuntament permanecerá a la espera de la resolución judicial.