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R. P. F. Las infracciones urbanísticas se han convertido en Muro en una batalla política mediante la cual se atacan mutuamente el equipo de gobierno y Unió Mallorquina. El equipo de gobierno que preside el alcalde, Miquel Ramis, de Convergència Democrática Murera (CDM), ha abierto expedientes de infracción urbanística a una serie de obras que supuestamente contaban sólo con un permiso verbal del ex alcalde Jaume Perelló (UM). Mientras tanto, el Consell de Mallorca se ha interesado en denunciar y subrogarse expedientes abiertos a construcciones, supuestamente irregulares, cometidas por regidores, ex concejales y afiliados del PP.

Por otra parte, el ex alcalde Perelló se ha encargado de denunciar una obra que una concejala de CDM hace en suelo rústico y que según ella tenía el visto bueno del mismo ex alcalde, Jaume Perelló. El actual batle, Miquel Ramis, ha querido recordar que el Ajuntament ya ha abierto un expediente a la obra de esta edil, pese a ser de su mismo partido.

La guerra de denuncias urbanísticas en Muro son, según Miquel Ramis, la consecuencia de unas actuaciones del Consell de Mallorca «un tanto selectivas, ya que se ha de reconocer que en Muro el Consell actúa de una forma peculiar».

Para el ex alcalde, Jaume Perelló, «las valoraciones que hace el equipo de gobierno de las actuaciones del Consell responden a la intención de querer cargar sus pecados a UM. El problema es que el PP tapa muchas ilegalidades tirando pelotas fuera».