Los concejales del grupo municipal popular de Calvià, en el momento de abandonar la sala de plenos.

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La propuesta aprobada prevé que la promotora inmobiliaria Ryde Properties adquiera los terrenos del antiguo campo de fútbol de sa Porrassa y luego, añadiendo cinco millones de pesetas, los permute por un solar municipal de la avenida Cas Saboners de Magaluf en los que podrá edificar hasta siete chalets. En esos terrenos se construirá el futuro campo de fútbol de Son Ferrer. La promotora había comunicado al Ajuntament estar en disposición de realizar la operación el pasado viernes a las 14.09 horas vía fax.

La noche anterior, la propietaria de los terrenos de sa Porrassa, había suscrito un compromiso de compra-venta. El portavoz del grupo municipal socialista, Antoni Manchado, justificó que la urgencia del pleno de ayer se debía a un intento por evitar un posible boicot a la maratón internacional que se disputa hoy en el municipio, pues algunos vecinos de Son Ferrer habían planteado esta posibilidad como medida de presión. «Es la imagen de Calvià la que saldría perjudicada, no la de la alcaldesa», explicó Manchado.

El portavoz del PP, Pere Cantarero, manifestó que la operación planteada al pleno «es de dudosa transparencia» y agregó que su partido está a favor de que Son Ferrer tenga un terreno deportivo, pero no mediante una operación que calificó de «chanchullo». A continuación, los concejales del grupo popular se levantaron y abandonaron la sesión para no participar en la votación. Ya en ausencia del principal grupo de la oposición, Manchado denunció que Cantarero fue el culpable de que meses atrás la propietaria se desdijera y no quisiera vender los terrenos.