Un aspecto del área afectada por el mayor incendio forestal del año, en las montañas de Artà.

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Los dueños de las fincas afectadas por el fuego estiman que el Govern de les Illes Balears, independientemente del color del partido político gobernante y de las posibles «situaciones heredadas», es el responsable directo del funcionamiento deficiente del servicio de prevención y extinción de incendios.

En consecuencia, los propietarios desean que se aplique la ley que regula la responsabilidad de las Administraciones Públicas por «funcionamiento anormal de un servicio público», y que por ello la Justicia decida las indemnizaciones en favor de los perjudicados, a abonar por la Comunitat Autònoma. A tal efecto, los querellantes han encargado al despacho del abogado Rafael Perera el ejercicio de las acciones judiciales correspondientes.

Los dueños de la zona boscosa y de garriga asolada por el mayor incendio forestal del año que han decidido emprender esta iniciativa insisten en que la propia consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, reconoció públicamente que hubo graves fallos tanto en la prevención como en la extinción del tremendo incendio. Asimismo, piensan que la Administración, al margen de quien sea que detente el poder ejecutivo en un momento determinado, es la responsable directa ante los ciudadanos afectados por este siniestro.

Los afectados estiman que el anuncio realizado esta misma semana por la consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, sobre la inminente siembra aérea para reforestar los montes quemados y el aumento de presupuesto para la prevención de incendios en los próximos años es un «reconocimiento explícito» de la responsabilidad de la Administración y de la caótica situación del referido servicio dependiente de Medi Ambient.