Un camión cisterna descarga agua en el depósito municipal de Puigpunyent durante el verano de 1998.

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ANTONI BETTI El nuevo responsable municipal del suministro de agua, Miquel Ramon, explicó que «de los tres pozos antiguos sólo es de es Quarter podía utilizarse, ya que los de Son Bru y sa Siquiola tenían las bombas estropeadas». Además de no ser las adecuadas para unos pozos con poco caudal, el edil socialista señala que los cuadros eléctricos no estaban en condiciones y faltaban contadores, grifos para controles y tubos para mediciones.

El pozo perforado cerca del cementerio tampoco funcionaba correctamente y sacaba agua rojiza. En el informe se reconoce que es un pozo «de muy baja calidad». Sin embargo, se da la circunstancia de que la apertura de este aforo a principios de año fue presentado durante la campaña electoral por el equipo del anterior alcalde, Antoni Arbona, como la solución a todos los problemas.

El estudio informa que los cuatro pozos están pendientes de legalización y recoge detalles increíbles, como que el pozo del polideportivo, desde su construcción hace ya más de 15 años, cuenta con unos contadores a los que nunca se les ha realizado una lectura.

El resultado de las medidas tomadas por el nuevo Consistorio que preside Josep Muncunill ha provocado que durante los tres últimos meses, pese a la sequía, no haya sido preciso contratar los servicios de ningún camión cisterna para abastecer al depósito municipal, como ocurrió en 1998. En este concepto, el anterior equipo invirtió 1.400.000 pesetas el año pasado y 350.000 más el pasado mes de mayo.