A pesar del mal tiempo, muchos vecinos de Binissalem quisieron presenciar el esfuerzo de los jóvenes pisando la uva. Foto: JAUME ROSSELLÓ

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Cuarenta jóvenes pisaron ayer la uva en Binissalem hasta conseguir sacar el mosto que más tarde se convertirá en vino. Organizado por la revista «Arrós amb Salseta» y con el patrocinio del Ajuntament, el I Concurs de Trepitjar Raïm motivó la expectación en Binissalem. El tiempo inseguro no impidió que la plaza se llenara de público que quiso presenciar como, a la vieja usanza, los jóvenes pisaban la uva para convertirla en vino.

El éxito de participación ya estaba previsto, porque pocos días después de abrirse las inscripciones a los participantes ya tuvieron que cerrarse las listas. Las bases del concurso admitían sólo 10 grupos de participantes formado, cada uno de ellos, por cuatro personas. En total, cuarenta participantes, por lo que fueron muchos los que, este año, debieron conformarse en ser meros espectadores. Un solo premio de 40.000 pesetas era lo que se jugaban los concursantes y fue para el grupo de Margalida LLabrés, que consiguió llenar el barril con 19 centímetros de mosto.

El concurso comenzó a las seis de la tarde, cada grupo de participantes debía separarse por parejas y cada una de las parejas tenía cinco minutos para pisar 25 kilogramos de uva. El líquido que iba saliendo se depositaba en una jarra y de la jarra al barril que cada uno de los grupos intentó llenar al máximo. Con este acto, ayer se revivió en la plaza de l' Església un método que las modernas máquinas han dejado atrás. Los jóvenes concursantes pisaron ayer el vino durante cinco minutos y muchos de ellos, en el último minuto, ya mostraban su cansancio.