Los últimos 600 metros del torrente de Cala Major están totalmente tapados. FOTO: JAUME ROSSELLÓ

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Margalida Rosselló achacó al «urbanismo salvaje» de las últimas décadas que se haya construido incluso sobre los cauces torrenciales y en Cala Major (Palma) observó el primer ejemplo. Los 600 metros del torrente anteriores a la desembocadura sobre la arena de la playa transcurren subterráneos y sobre el cauce hay aparcamientos privados, paseos, aceras, carreteras y algún edificio. «Hay que actuar con la mayor rapidez posible», señaló la consellera de Medi Ambient tras comprobar con sorpresa la situación del lecho torrencial que atraviesa el barrio palmesano.

El nuevo Ejecutivo autonómico tiene previsto solicitar al Gobierno central que habilite con la mayor brevedad posible la partida de 161 millones de pesetas que corresponde al encauzamiento del torrente de Cala Major, que también discurriría subterráneo, pero con una sección mayor. Este proyecto es uno más de la veintena de actuaciones previstas en un convenio firmado en 1994 entre Madrid y Palma por el que el Estado se comprometía a invertir 3.000 millones en mejoras en torrentes de las Balears. En cinco años sólo se han gastado 206 millones.

Además de Rosselló, la comitiva estaba integrada por el conseller d'Interior, Josep Maria Costa; el director general de Recursos Hídrics, Antoni Rodríguez Perea; el director general d'Interior, Antoni Torres, y técnicos de ambas conselleries. La jornada de trabajo incluyó una visita al estado de los torrentes Galatzó (Calvià) y es Saluet (Andratx), donde también son necesarias actuaciones de mantenimiento para prevenir avenidas.

La Conselleria de Medi Ambient dispone dentro del presupuesto de 1999 de liquidez para realizar actuaciones en los torrentes de la comunidad autónoma, pero Rosselló expresó su sorpresa «porque la obras de limpieza ya deberían haber empezado», dijo en alusión al anterior Govern.