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Los vecinos de la Asociación Rústica de s'Aranjassa, que han llegado a contabilizar hasta 30 camiones en la cantera desde que se resolvió que los escombros se vertieran en este lugar, recuerdan que existe una sentencia de la Audiencia Provincial que condenó al Ajuntament de Llucmajor, al explotador de la cantera Andrés Sastre y al ingeniero de la misma Rodríguez Noguerol a cesar de inmediato el vertido de los residuos no admitidos en el plan de restauración, a rehabilitar el daño causado y extraer los materiales ilegales hasta eliminar los focos de combustión, y a indemnizar a los posibles afectados.

El representante legal de los vecinos, Antoni Marroig, ha indicado a este diario que esta sentencia es firme desde, hace tres meses, que el Supremo desestimó el recurso de casación presentado.

A su juicio, el plan de restauración de la cantera no se está llevando a cabo con materiales inertes (tierra o escombros), sino que se están vertiendo también plásticos, neumáticos o electrodomésticos. En definitiva, no se está llevando a cabo la obligada selección de residuos y la cantera se está convirtiendo de nuevo en un vertedero ilegal. Por ello, los vecinos exigirán que se ejecute la sentencia de la Audiencia Provincial.