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Las obras del tren de sa Pobla han quedado paralizadas en la estación del empalme desde el mismo día en que el presidente del Govern en funciones, Jaume Matas, realizó el viaje de prueba el pasado día 2 de junio, pocos días antes de las elecciones. Ese día, más de una docena de operarios realizaban trabajos a toda marcha, justo ante la estación del empalme. En el momento en que la comitiva de políticos y periodistas estaba realizando la visita oficial, una máquina instalaba unos railes en el suelo, sin que debajo se hubiera instalado la grava pertinente.

Pasados 20 días, los raíles están en el mismo estado, por lo que es de suponer que las obras se abandonaron en el mismo instante en que la comitiva cogió el tren y regresó hacia Inca. Las prisas por finalizar las obras se acabaron en el mismo momento en que se hizo la foto oficial. Las prisas ocasionaron en su momento diferentes quejas. Por una parte, los vecinos de las fincas colindantes mostraron su preocupación, ya que la reapertura del tren hacia sa Pobla cortaba varios accesos sin que se hubiera definido una alternativa y, por otra parte, las vías se colocaron sobre los dos puentes de Inca, sin que se hubiera ejecutado el proyecto previsto de ampliación de los dos puentes.