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La primera toma de contacto entre la dirección del PSM y los 16 candidatos cuyos votos pueden ser decisivos a la hora de conformar nuevas mayorías municipales en otros tantos ayuntamientos de Mallorca se saldó con un mensaje claro. Las negociaciones no estarán centralizadas y cada agrupación local tendrá autonomía. En general, la norma será «buscar la estabilidad de la institución y participar en la formación de gobiernos progresistas», indicó Josep Gomila, secretario de Política Municipal del PSM.

En la reunión celebrada ayer en Palma, cada uno de los 16 «número 1» planteó las situaciones de sus respectivos municipios. Dos casos especiales son los de Bunyola y Sant Llorenç, donde la atomización del voto posibilita numerosas opciones de pactos. En Felanitx y Pollença, el PSM puede formar parte del próximo equipo de gobierno si previamente alcanza un acuerdo con PSOE y UM, reproduciendo así la experiencia del pacte de progrés.

Un tratamiento aparte reciben tres municipios en los que un potencial acuerdo pasa por un entendimiento entre PSM y Unió Mallorquina. En Porreres, UM está mejor colocada, mientras que en Llubí, el PSM tiene más concejales que su teórico socio nacionalista. En cambio, en Búger, UM y PSM tienen dos ediles cada uno.

Josep Gomila comentó que en algún municipio ha habido contactos con otras formaciones, pero que «en ningún caso se han iniciado las conversaciones formales». En principio, está descartado formalizar pactos con el PP.