En la imagen, un grupo de turistas a bordo de una golondrina frente a sa Cova Blava, uno de los lugares de obligada visita en las excursiones marítimas que se realizan en vera

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La comisión mixta que gestiona el Parque Nacional de Cabrera, integrada por representantes del Govern balear y del Gobierno central, ha aprobado una orden de regulación del tráfico marítimo de turistas al archipiélago. Esta nueva regulación supondrá que las empresas propietarias de las golondrinas con sede en la Colònia de Sant Jordi (ses Salines) y Portopetro (Santanyí) tendrán que reducir un 50% el número de visitantes que transportan al parque. Los propietarios de golondrinas ya han hecho sentir su protesta contra la medida.

El director general de Medi Ambient y presidente de la comisión mixta de Cabrera, Santiago Sainz de los Terreros, explicó: «Estas empresas no tendrán otro remedio que adaptarse a la normativa, ya que la orden de regular obedece a la necesidad de respetar el Plan de Usos y Gestión del parque, que permite 200 visitantes al día, excepto en agosto, que autoriza 300». Esta orden sólo atañe a las golondrinas, que verán reducida de forma drástica su actividad, ya que en la actualidad cada una de estas empresas puede llegar a transportar entre 150 y 200 visitantes al día en temporada alta. Ahora, serán unos 100 para la Colònia y unos 60 para Portopetro.

La actividad más importante la realizan las golondrinas de Colònia de Sant Jordi y de Portopetro. Pero también se debe tener en cuenta que hay embarcaciones de este tipo que en algunos días la semana transportan turistas a Cabrera desde la costa norte de Mallorca y desde Palma.