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Unió Mallorquina, en un informe elaborado por el departamento de Urbanismo, Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Economía, denuncia que los municipios más pobres son los grandes perjudicados con el Pla Mirall del Govern. La falta de recursos económicos les impide acometer obras importantes con este sistema, sin embargo deberán pagar la deuda del Govern porque se repartirá a partes iguales entre todos los ciudadanos. UM cifra la deuda del Govern con el Pla Mirall en 18.500 millones de pesetas mediante la constitución de consorcios.

Según este informe, «el Govern ha actuado de forma irresponsable y con fines claramente electoralistas, ya que el lanzamiento del Pla Mirall tendrá como repercusiones a medio y largo plazo el incremento de inflación, paro y crisis empresarial».

La subvención del Govern sólo es del 50 ó 65% del total del proyecto. Por tanto, los pueblos más pobres no tienen recursos para invertir al tener que hacer frente a una parte de la obra. Esto significa, según este partido, que «se fomenta la distancia entre los municipios pobres como los del interior de la Isla (Vilafranca, Ariany, Santa Eugènia, Sineu, etcétera) y los ricos (Palma, Alcúdia Calvià, Muro, entre otros)».

Ejemplos contundentes
Los ejemplos dados por el informe de Unió Mallorquina sobre la diferencia entre municipios de Mallorca son contundentes. Un pueblo como Campos con 6.700 habitantes recibe de aportación del Govern de 74 millones. En cambio otro como Sant Llorenç con menos habitantes que Campos, pero con una amplia zona costera recibe 615 millones. Luego nos encontramos en la zona de es Pla de Mallorca con pueblos como Ariany, con 12 millones; Costitx, con 10 millones o Santa Eugènia, con 3'5 millones frente a los 1.000 de Alcúdia, los 3.168 de Calvià o los 523 de Santa Margalida.