La Residencia Estudiantes Mayol del barrio del Camp Redó, a solo tres calles de Corea. | Teresa Ayuga

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A diez minutos en coche de la playa, del puerto de Palma y del aeropuerto y a veinte caminando del centro, donde «encontrará numerosas tiendas, bares animados y restaurantes mediterráneos». Así se anuncia en la plataforma digital Booking la Residencia Estudiantes Mayol del barrio del Camp Redó, a solo tres calles de Corea. Pasar una noche en una habitación individual cuesta 120 euros, aunque puede subir, dependiendo del tipo de reserva.

El establecimiento, enfocado a estudiantes, profesores, investigadores y personal administrativo, no ha perdido la ocasión de usar este portal, mayoritariamente dirigido a captar turistas, para aprovechar los meses de verano en los que deben tener más habitaciones libres. El perfil de los clientes es claramente estudiantil, por lo que muchos deben marcharse tras acabar el curso.

Aunque se ubique en una zona residencial de Palma alejada de los flujos turísticos, la residencia se ha convertido en un hostal en el que se alojan turistas que vienen por ocio y negocios. «Tuve que ir por trabajo unos días a Palma en plena temporada alta y encontré esta residencia. La habitación pequeña, pero más que suficiente para dormir, está totalmente reformado», comentó un cliente en TripAdvisor, donde también se muestra la residencia. «La habitación estaba muy limpia, era pequeña, pero suficiente para estar a gusto», escribió otro recientemente en Booking. También hay otros comentarios que critican el servicio, el tamaño de las habitaciones o la barriada, aunque muchos valoran la buena ubicación que tiene. «Si lo que buscas es un hotel barato, esta es una mala decisión», avisa uno.

Oferta legal

Aunque pueda sorprender que una residencia de estudiantes sirva de alojamiento para turistas, sobre todo españoles que pasan pocos días en Palma, el establecimiento es legal. La residencia está dada de alta en el registro del Consell de Mallorca, aunque no como local turístico, sino como hospedaje para jóvenes. La institución insular no puede determinar más datos de este caso por protección de datos. De todos modos, es una evidencia más de cómo la alta demanda de visitantes que hay en Ciutat permite que se den situaciones como esta.

El edificio cuenta con 19 habitaciones equipadas con baño individual, armario, mesa de estudio, wifi, toma de televisión y climatizador, según se especifica en la página web de la residencia. Dispone de cocina comunitaria y un jardín, además de contar con un salón comedor, lavadora y secadora de pago y máquinas expendedoras.