María Jesús Rueda, de la Asociación de Vecinos Son Cotoner

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Los vecinos del extrarradio reclaman una línea de NitBus que llegue hasta sus barrios, una reivindicación de aire obrero y que supone un toque de atención al equipo de gobierno. Residentes de las zonas más allá de la vía de cintura reclaman una mejora de las conexiones nocturnas del transporte público para volver a casa después de la jornada laboral.

La presidenta de la Asociación Nova Son Cotoner, María Jesús Rueda, se mostró contundente ayer en el pleno del Ajuntament de Palma: «Existe la concepción de que los buses nocturnos tienen que conectarnos con los sitios de fiesta y poco más que son buses para borrachos que no pueden coger el coche para volver a casa. Pero esto no es así».

«La realidad es que tenemos una economía basada en el sector servicios y buena parte de la población trabaja en la restauración, en los hoteles, en el aeropuerto... Esto quiere decir que un NitBus no es solo para gente ociosa, sino que cubre una necesidad básica para los trabajadores de los barrios», señaló Rueda.

Por su parte, Marisa Bonache, presidenta de la Associació de Veïns de Son Rapinya, también participó en la sesión plenaria para reclamar un servicio de NitBus en su barrio. «El transporte público debe adaptarse a la ciudadanía. Muchos trabajadores de restaurantes y bares salen a la una de la mañana de trabajar y no tienen cómo volver con el autobús por la noche». Además, Son Rapinya se ve sometida a los atascos de tráfico diarios a causa de la concentración de centros escolares en la zona. «Es un barrio hostil y peligroso para niños y vecinos, por lo que pedimos semáforos», dijo Bonache. Més per Palma presentó una propuesta para ampliar las líneas de NitBus pero fue rechazada con los votos de PP y Vox.