Un cartel de los nuevos bloques de edificios. | it

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Hace apenas unos años, un descampado ocupaba lo que hoy es el Nou Llevant de Palma. El Palacio de Congresos, el parque Krekovic, bloques de viviendas sociales envejecidas y coches abandonados en las calles completaban la fotografía.

Hoy, en la avenida México, la más importante de la zona, es fácil encontrar aparcados cada pocos metros todoterrenos y descapotables con matrícula alemana. En los balcones de más de una decena de flamantes bloques de pisos, se ven ciudadanos centroeuropeos de pelo rubio mientras algunos corredores elegantes, jóvenes y dinámicos dan vueltas delante de los edificios con los auriculares puestos. Pueden comprar en una conocida cadena germana de droguerías o en un supermercado también de origen alemán. En algunos puntos grandes carteles publicitan, también en alemán, viviendas en complejos con piscina comunitaria. En total, se han construido más de 750 pisos en la zona en los últimos años, creando un «barrio del futuro» como en ningún otro punto de Mallorca.

«Muchos ciudadanos de esta nacionalidad compraron nuestros pisos», explica una portavoz de la inmobiliaria Avantespacia. «Sobre todo como viviendas de vacaciones». La empresa ya ha terminado un complejo, mientras que otro sigue en construcción. «El 70 % de los propietarios del primer edificio son extranjeros», explica. «Entre ellos hay franceses y suecos, así como un 35 % de alemanes». En el segundo complejo, que aún no se ha terminado, la proporción de extranjeros y españoles está equilibrada,    informa.

Metrovacesa

El mayor operador de Nou Llevant es Metrovacesa, con más de 100 años de actividad. Obtuvo permiso para construir edificios en la zona en 2019. Ya se han construido los primeros bloques de alta gama. «Estamos muy satisfechos con la aceptación de los clientes», asegura su gerente, Ricardo Rivière. El mayor complejo de Metrovacesa es Jardins de Llevant, con 114 pisos de varios tamaños.

Estos nuevos bloques contrastan con las viviendas viejas y deterioradas del barrio. El contraste es también evidente entre sus moradores. Por eso no es de extrañar que en las entradas de los bloques ‘chic’ se vea a empleados uniformados de empresas de seguridad, en una situación bastante inusual en Mallorca.

Lo nuevo ocupa cada vez más espacio, pero lo viejo se niega a desaparecer. Nou Llevant es simplemente un barrio de llamativos contrastes sociales que se encuentra en un continuo proceso de desarrollo. Todo hace prever que el elemento acomodado y de lujo podría prevalecer.

Nou Llevant sigue teniendo, no obstante, un aspecto desordenado e inacabado.